Damasco, 12 sept (PL) Los grupos terroristas en la provincia siria de Idleb planean realizar ataques químicos reales con sustancias tóxicas como cloro y gas sarín, según denuncias realizadas hoy en Damasco.
Tanto la agencia Sana como el sitio ruso Sputnik, entre otras fuentes, señalaron que se emplean constantes desinformaciones por parte de dichas agrupaciones para evitar la ubicación del sitio real de esas acciones y culpar al Ejército sirio.
Los más recientes reportes indicaron que desde la localidad de Sarmada se transportaron en vehículos con matrícula turca recipientes que contienen los mencionados tóxicos, así como equipos para filmación y transmisión satelital y divulgarlos de inmediato.
Sobre la base de fuentes locales en la propia provincia de Idleb, fronteriza con Turquía y las provincias sirias de Hama, Latakia y Alepo, los lugares ya fueron seleccionados aunque las localidades cambian constantemente.
Acusan a Cascos Blancos
Las denuncias especificaron que los ejecutores son los llamados Cascos Blancos y responden directamente a las directivas de la Junta para la Liberación del Levante, otrora Al Nusra, la agrupación dominante en la región y último bastión de los extremistas en territorio sirio.
No obstante, las áreas seleccionadas están ubicadas en las cercanías de los poblados de Nayiya en el campo de Yisser, al Shughur, la localidad de Kafar Nubbol en el sur de Idleb, y en al Hwash en el noroeste de Hama.
A su vez, un parte del Centro ruso para la Reconciliación en Siria precisó que el 11 de septiembre en al Shugur equipos de varias cadenas noticiosas de Oriente Próximo y de una oficina regional de un canal de noticias estadounidense, filmaron nueve escenas de supuesto uso de «armas químicas» por las tropas sirias contra civiles.
Después del rodaje el personal de los Cascos Blancos y al Nusra tuvieron contactos en los cuales seleccionaron dos de nueve videos para pasarlos a las Naciones Unidas y a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), subrayó la comunicación.
Para estas acciones emplearon bajo amenazas a no menos de 30 personas, incluidos 12 niños de entre ocho y 12 años, añadió el reporte del Centro ruso.